"LA CUEVA DEL DIABLO" / seres endemoniados

 

Cuenta la leyenda que aún en las comunidades rurales del Estado de Hidalgo justo al caer la noche las familias encierran a sus animales, prenden las velas a sus santos, ponen la tranca en la puerta y elevan una oración a los Santos cuando escuchan el trotar de un caballo porque saben que ese espectro del charro negro espera impaciente para salir de su guarida y encontrarse con la persona indicada para realizar su trabajo y así robar un alma. 

Este evento paso en el año de 1950 en un pueblo del estado de Hidalgo México llamado San Jerónimo, el cual era un rancho muy aislado puesto que se encontraba rodeado de puros cerros con una población de aproximadamente unos 200 habitantes en ese entonces ahí vivía un hombre llamado Facundo Martínez su esposa y cuatro de sus hijos.

Don Facundo era un pobre campesino el cual trabajaba arduamente sus tierras, estas se encontraban en el monte, el sembraba maíz era una época en la cuál había sequía y la siembra no se lograba como era de esperarse el se    desesperaba pues de eso vivían y se decía "que voy a hacer mi cosecha cada vez no se logra, que les voy a dar de comer a mi familia?

-Así pasaron los días y los meses y la siembra seguía igual.                      

Cierto día de esos donde no tenía ni para comer el pobre señor había ido al monte a lograr juntar un poco de maíz pero sin darse cuenta ya le abia agarro la noche, apresurado tomo su morral y se encaminó hacia su casa, ya en el camino se cruzó con un extraño hombre el cuál se veía muy bien vestido, parecido a los ricos hacendados de las fincas. 

Don Facundo lo saludo con educación y le pregunto qué hacia una persona tan fina como el por esos lugares donde no habían cosas de valor ni terrenos productivos a sí como granjas u huertos, por cierto amablemente y extrañado le comentó que nunca lo había visto por el pueblo!

Al escuchar eso el hombre le respondió que tenia su rancho por allá arriba en las montañas, que solo había salido a caminar y sin darle tanta importancia se despidió, subió a su negro caballo, se fumo un cigarro para emprender su camino dejando al pobre campesino. 

Otros pobladores comentaban que una vez que se te aparece el Charro Negro, no tenias que mirarlo a los ojos ni responder a sus preguntas, ya que este te compraría con riquezas y placeres mundanos, pero si aceptabas, seriá un boleto al infierno sin regreso, te subiría a su caballo y se presentaría como el Diablo encarnado que sabe de tu maldad que has construido en la vida y te uniría a su ejército.    

Pero el ignorante campesino jamás prestó atención a esto. 

Así transcurrieron los días y después de una larga jornada de trabajo el indígena se preparaba para regresar a su humilde casa, de eso serían ya las ocho de la noche y en su camino se volvió a topar al forastero de aquella vez, al verlo cabalgando tan lejos de su tierra le hizo la plática y se fueron conversando de la desgracia del pobre y la buena fortuna del hacendado, al pobre Facundo entre plática y plática se le hizo más de noche y perdió la noción del tiempo.

Al mirar al cielo y ver las nubes extrañamente sabia que se había tardado más de lo normal a lo cual le dijo al rico jinete;

Mil disculpas caballero gracias por la plática pero me tengo que ir, como verá este poco maíz y frijol que junte es para que coma mi familia, supongo que en su casa el hambre no existe como en la mia y le aseguró que Dios le gratifica a manos llenas? Así que con su permiso me tengo que ir por que ya es muy tarde, fue un placer volverlo a ver caballero por las tierras de los pobres. 

Antes de que se fuera aquel hombre le respondió con gran educación: cuando quiera lo invito a mi rancho gran amigo, aquel que se encuentra por allá arriba pasando el cerro del diablo junto a la gran Cueva.

Facundo le contestó amablemente que uno de estos días con gusto iría pero que sería cuando tuviera algo decente que ponerse .

Ya pasado un tiempo aquél forastero se hizo su amigo por que cada noche se lo encontraba y en cierta ocasión este le dijo.

Querido amigo personal mi atrevimiento pero me he dado cuenta que tus tierras no te dan dado frutos, que tu familia muere de hambre, es un año malo para la cosecha y veo que tu Dios ya te abandono por que ustedes mueren de hambre, pero sabes si tu quisieras yo te puedo ayudar si hace justo lo qué le pida don Facundo. 

Un poco extrañado el campesino le respondió que no se molestara qué ya habían pasado pasado tiempos peores y así cambió la platica, pero en el Fondo el quería salir de la pobreza solo que su orgullo era muy fuerte, se despidieron y cada quien siguió su camino. 

Al otro día como de costumbre por la noche el forastero volvió a irrumpir en las infértiles tierras de don Facundo para volverle a insistir que estaba dispuesto a ayudarle. 

El hacendado le decía que si el quería lo podía ayudar para salir de la miseria en que vivía, que a cambió de tan poco le daría todo lo que le pidiera, con la condición de que hiciera todo lo que le ordenará. 

Facundo de inmediato cambio la conversación pues cada que le repetía lo mismo tenia una desconfianza extrema y un orgullo inmenso y al verlo incrédulo el forastero le dijo en un tono molesto! 

Veo la enorme desconfianza amigo de tu parte, pero para que veas que no te miento mañana por la noche iré a visitarte a tu casa en el pueblo, así que en cuanto escuches una carreta te asomas a la ventana para saludarme y te daré unos regalos para ti y tu linda familia por favor no me los desprecies.

Se llegó el día de la cita y a la hora que le indicó en la noche se escuchaba a una carreta acercarse por la calle, fue cuando facundo se disponía a ponerse de pie pero su esposa le pregunto que a quien esperaba, el hombre le respondió que no oyes mujer a esa carreta en la calle? 

La mujer extrañada le dijo. 

-Estas loco, no se oye nada ya el hambre te hace escuchar ruidos, mejor ya descansa por favor.

-Al otro día le forastero le pregunto, por que no saliste por los obsequios amigo como te indiqué.

Respondió el campesino que su esposa no lo dejo.

-Mira sigues incrédulo para que veas que soy tu amigo pasado mañana habrán varios muertos en la plaza del pueblo te lo digo para que tu y tu familia no salgan para nada.

El hombre intrigado pensó que como Diablos sabia eso. 

Por fin se llegó la fecha y así paso tal y como lo indicó ese extraño jinete, allí mismo a la hora indicada en la plaza del pueblo habían tres muertos, Facundo al oír la noticia supo que el hombre era además de rico sabio y término por aceptar la ayuda. 

-Facundo no se explicaba como aquel hombre sabia tanto pero imagino que coincidencia no era. 

        

Pasado un tiempo y el forastero le dijo a Facundo, te invito a mi casa para que conozcas en dónde se encuentra pero este le respondió que su pobreza le impedía salir ya que su familia vivía al día y no podía dejar de trabajar. 

Te agradecería mucho pero no puedo, mi familia me espera y si no llegó se preocuparan, andas vivo al dia. 

El hombre le respondió, no pasa nada diles que te quedaste dormido en la milpa, es más si aceptas yo te pago 10 veces más de lo que ganas en un día, sin pensarlo mucho al escuchar el pago de inmediato este aceptó la invitación.

Facundo se monto junto con el forastero en un negro caballo como la noche y se marcharon hacia la casa de aquel individuo. 

La verdad fue que el campesino conocía los pueblos pero al que iban se le hizo tan eterno el camino y con tan inmensa obscuridad no sabía en dónde rayos se encontraban, el campesino le preguntó, disculpa amigo aún falta mucho, no se ve ninguna casa por aquí. 

Para esto el le respondió el rico jinete, ya llegamos amigo aquí esta es mi casa?

Con un enorme gesto de decepción le pregunto que acaso no me dijo que era inmensamente rico y tenía ganado, dinero y haciendas, pero veo que me mintió y usted vive en una cueva. 

 Al oír la decepción este le respondió, a si es mi amigó aquí vivo. 

Al bajar del caballo y al entrar en aquel lugar su rostro cambio y más cuando vio que toda la cueva estaba forrada con oro puro y mientras más caminaban se apreciaba una gran cantidad de gente, comida, lujos y excesos donde había una fiesta y todos se veían muy contentos, fue allí que el forastero le dijo: si tienes hambre y gustas puedes comer y beber todo lo que quieras hasta saciarte.

Facundo se dijo"nunca en mi vida había visto tantas cosas juntas y más en mi casa donde hambre sobra y comida falta, así paso la noche el hombre comió y bebió como nunca.

Se hizo de día e increíblemente el campesino se desmayó y amaneció enmedio de su milpa, no recordaba como diabla había llegado a aquel lugar cuando estaba tan feliz, apresurado llegó a su casa y su familia preocupada le preguntó que a dónde había pasado la noche, por que no llegó a dormir, a lo que el hombre les respondió lo que el forastero le dijo que dijera.         

Pasaron unos días más y aquel forastero lo volvió a visitar diciéndole, ya vez que no te miento ahora si me crees que yo te puedo dar todo lo que tu quieras a cambio de que me des tan sólo lo que yo te pida.

Facundo preguntó y que es lo que tu quieres? 

Este jinete le respondió "quiero a tu hija" a la más chica, aquella que esta sin bautizar y en cuanto escuchó esto sintió como un balde de agua fría le cayera encima, pasmado no sabía que contestar en cuánto al forastero le dijo, no me respondas ahora tomate tu tiempo, piénsalo conmigo vivirá entre lujos y contigo morirá en la miseria, no le niegues esa oportunidad para salir de la pobreza.     

Pasaron los días y la esposa veía raro y pensativo a su marido, preocupada le preguntó ¿qué te pasa viejo?hace días que te veo muy preocupado, sin pensarlo el hombre le contó todo a lo que la mujer preocupada le dijo al marido, dile que tu familia quiere conocerlo y platicar con el, pero la verdad era que la mujer miro un gran interés en la fortuna del jinete y no pensaba en perderla.         

El hombre le dio su recado al forastero y este le respondió esta bien dile a tu mujer que tal día yo los veo en su casa que por favor tape a sus Santos, vírgenes y dioses ya que no me agradan. 

Así pasaron los días y cuándo pusieron la fecha pactada este nunca llego.

Facundo pensó que a lo mejor a quel forastero había desistido y ya no lo molestaría más pero cierto día el forastero apareció y le dijo, ya no te puedo esperar más, quiero tu respuesta ahora mismo, sin pensarlo le dijo que no le daría a su hija. 

El forastero muy enojado le respondió, esta bien yo te iba a sacar de la miseria pero ahora atente a las consecuencias el hombre con mucho temor se encogió de hombros ante el enojo de la esposa por no aceptar la propuesta del hombre de negro, fue allí que el ambiente se sentía muy pesado, los perros aullaban y se sentía que el mal estaba próximo.

En cierta ocasión Facundo estaba limpiando su milpa con su machete cuando sin fijarse se mutiló una mano, era tan profundo el Corte que se desangró mucho y cayó desmayado. 

Cuando volvió en si, se encontraba en aquella cueva a la que un día fue invitado por aquel forastero, en cuanto a su familia dicen los viejos del pueblo que nunca más encontraron al pobre Facundo, se cuenta que por no cumplir la petición del alma de su hija para el diablo este se lo llevo para siempre y a quien le gana la noche en ese cerro escucha los alaridos y llantos del hombre que se negó a entregarle su hija al demonio y se sacrificó a cambió, por eso nosotros cuando visitamos el pueblo de San Gerónimo lo hacemos de día y si vemos a un extraño jamás le aceptamos nada. 

Unos dicen que tan sólo era un espíritu que trataba de evitar a toda costa que los hombres con vicios sigan ese mal camino que el alguna vez tomó, otros mencionan que es un sirviente del Príncipe de las Tinieblas el cual se encarga del trabajo sucio y la cobranza, y unos más aseguran que es el auténtico amo de la mentira y el engaño, El Diablo materializado y dispuesto a llevarte con él.

También cuentan que el Charro Negro es el cobrador de Lucifer, cuando pactan con el mismo ángel caído y no quieren pagar el precio, el Charro es el encargado del trabajo sucio, cobrándose con las almas de los deudores pero en este caso se llevó la de un inocente que su único pecado fue ser pobre y sin ambiciones.