La puerta de la morgue

 

“Solíamos trabajar en la seguridad del hospital y teníamos cámaras de video accesibles en la oficina.

Durante las escoltas corporales, seguimos encontrando la puerta de la morgue abierta. Eso fue extraño porque era una puerta pesada que solo se podía abrir con una tarjeta de acceso. Los patólogos culpaban a la seguridad y la seguridad culpaba a los patólogos por dejarla abierta, ya que éramos los únicos dos grupos con acceso. Hice una escolta corporal un día, me aseguré de cerrar la puerta detrás de mí y volví al trabajo. Ni siquiera media hora después, la oficina recibió una llamada quejándose de que "el último guardia había dejado la puerta abierta".

Juré de arriba abajo que no lo hice y fui a revisar las cámaras. Las cámaras me mostraron cerrando la puerta, empujándola y luego moviendo la manija bloqueada para asegurarme de que estaba cerrada. Ni siquiera estaba fuera del encuadre de la cámara antes de que pudiéramos ver la puerta abrirse TODO el camino, golpear la pared y luego cerrarse lentamente hasta que estuvo un poco entreabierta "