¿PORQUE OCTUBRE ES EL MES DE LOS MUERTOS ?

Octubre, el décimo mes del año, nos envuelve en un manto de misterio y melancolía. Es un período en el que la naturaleza misma parece desvanecerse, dejando tras de sí una estela de hojas marchitas y un aire fresco que anuncia el inminente invierno. Pero lo que hace que octubre sea verdaderamente especial, es que se convierte en el mes de los muertos.

Desde tiempos inmemoriales, octubre ha sido un mes cargado de significado para muchas culturas alrededor del mundo. En gran parte, esta asociación se debe a la celebración del Día de los Muertos, una festividad que tiene sus raíces en México, pero que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un tributo global a aquellos que ya no están con nosotros.

La razón principal por la que octubre se convierte en el mes de los muertos se relaciona con el cambio de estaciones. A medida que los días se acortan y las noches se vuelven más largas, se cree que el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se vuelve más delgado. Esta creencia ancestral nos invita a recordar y honrar a nuestros seres queridos que han fallecido.

Octubre nos ofrece un lienzo perfecto para reflexionar sobre la vida y la muerte. Sus días grises y lluviosos, sus hojas caídas y su atmósfera silenciosa nos instan a contemplar nuestra propia existencia y a recordar que la muerte es una parte inevitable de la vida. Pero no es un recordatorio sombrío, sino una invitación a celebrar la memoria de aquellos que amamos.

En el Día de los Muertos, las ofrendas se llenan de alimentos, velas y objetos queridos que solían pertenecer a los difuntos. Las calaveras de azúcar y las coloridas flores de cempasúchil llenan los altares, creando un hermoso contraste entre la vida y la muerte. Este es un recordatorio de que, aunque físicamente se hayan ido, sus recuerdos y legados perduran en nosotros.

Octubre es el mes de los muertos porque nos brinda la oportunidad de abrazar la dualidad de la vida, la belleza de la transición y la importancia de la memoria. Es un recordatorio de que debemos valorar cada día, cada risa, cada abrazo, porque en última instancia, todos transitamos por el mismo camino. Y, en este mes, honramos a los que lo recorrieron antes que nosotros, tejiendo un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos, un puente que se forja en el amor y el recuerdo eterno.

 

 Octubre, un mes que se convierte en una amalgama de misterio y melancolía, donde el viento susurra secretos ancestrales entre hojas doradas y noches cada vez más largas. Pero, además de su relación con el Día de los Muertos, octubre es también el hogar de Halloween, una festividad que agrega un toque de diversión y espíritu juguetón a este período.

Halloween, que significa "All Hallows' Eve" o "Víspera de Todos los Santos", es una festividad que tiene sus raíces en las tradiciones celtas y cristianas. Aunque a menudo asociamos Halloween con disfraces extravagantes y golosinas, su origen está estrechamente ligado a la creencia de que en esta noche, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se vuelve particularmente fino.

Es por eso que en Halloween, los antiguos celtas encendían hogueras y se disfrazaban para confundir a los espíritus malignos que pudieran cruzar ese umbral. Las calabazas talladas con caras espeluznantes, conocidas como "jack-o'-lanterns", también se usaban como faros para guiar a los espíritus errantes hacia el otro lado.

Así, Halloween se convierte en una celebración de la dualidad de la vida y la muerte, donde podemos enfrentar nuestros temores y abrazar la idea de que lo desconocido puede ser tanto fascinante como aterrador. En esta época del año, los niños se disfrazan de monstruos y héroes, y los adultos pueden dejar volar su imaginación en fiestas y decoraciones extravagantes.

Entonces, octubre se convierte en el mes de los muertos y de Halloween, dos festividades que nos recuerdan la importancia de honrar a nuestros seres queridos que han fallecido y de celebrar la magia y el misterio que la vida y la muerte nos ofrecen. En este mes, podemos unirnos en la nostalgia de aquellos que ya no están y en la alegría de la creatividad y la diversión que Halloween nos brinda, tejiendo así un tapiz de emociones que hacen de octubre un mes único y especial.